Artículo de Opinión escrito por: José Medina Mora Icaza | Presidente Nacional de Coparmex | Vía: Mundo Legislativo
Twitter: @JoseMedinaMora
Las y los legisladores tienen funciones elementales para el presente y futuro de nuestro país. Cada tres años, en el caso de diputados, y cada seis, en el caso de senadores, elegimos representantes para que lleven nuestras necesidades a la toma de decisiones, principalmente a través de la legislación.
La legislatura actual (LXV) en el Congreso de la Unión integrado por la Cámara de Diputados y el Senado de la República, ha presentado diversas áreas de oportunidad, por lo que en Coparmex consideramos que es necesario realizar un recuento de dichos pendientes en el trabajo de las y los legisladores en su segundo año de labor:
- Legislaciones riesgosas para la democracia: Uno de los aspectos que más han alertado a diversos sectores de la sociedad ha sido que últimamente se han impulsado y hasta aprobado legislaciones que implican retrocesos a la democracia; una de ellas es la reforma electoral que se concretó en el llamado Plan B, el cual implica afectaciones directas al sistema electoral mexicano a una de las instituciones más valiosas para nuestra democracia que es el INE, y que, además podría afectar directamente el proceso electoral de 2024. Otra de las iniciativas riesgosas para la democracia, ha sido la que busca acotar facultades del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, la cual hasta la fecha no ha logrado consenso, pero en caso de aprobarse, limitaría a un contrapeso indispensable en nuestro sistema democrático.
Las instituciones democráticas vigentes han costado décadas de luchas sociales; es indispensable que desde el Congreso se cuiden y fortalezcan, en lugar de limitarlas o desaparecerlas.
- Legislaciones que ha desechado la Suprema Corte: Al legislar, el Congreso debe partir de un estricto apego a la Constitución; si se legisla sabiendo que se vulnera el contenido constitucional, se afecta directamente la productividad de la legislatura y genera costos institucionales innecesarios, porque además del proceso legislativo, requerirá un proceso en la Suprema Corte. Dos ejemplos de legislaciones recientes que ha rechazado la Corte son: la que implicaría pasar la Guardia Nacional a la Sedena, así como la primera parte del Plan B en materia electoral.
En Coparmex, hemos reiterado que todas las instituciones y ciudadanos debemos respetar la Constitución, que es la base del orden social y político nacional. Si las y los legisladores vulneran nuestra Carta Magna, le fallan al Estado de Derecho y al país.
- Designaciones cuestionables: A la legislatura vigente en el Congreso de la Unión le han tocado diversos nombramientos tanto de organismos constitucionales autónomos como de otros poderes, consejos y comisiones. Entre esos procesos, hay una cantidad importante que han tenido retrasos y cuestionamientos públicos. Incluso, algunos de los retrasos han implicado afectaciones directas al funcionamiento de instituciones como el INAI, cuyo pleno ha estado más de un mes sin operar, debido a la falta de nombramiento de tres Comisionados. Y a pesar de múltiples llamados para buscar consenso y nombrar al menos a un Comisionado, en este caso, el Senado, no ha cumplido su responsabilidad.
- Poco parlamento abierto: En general se ha tenido limitada apertura por parte de las y los legisladores para discutir propuestas de leyes y reformas con participación de la ciudadanía, pero, sobre todo, con disposición para construir en conjunto.
- Contrapeso limitado: Entre los tres Poderes del Estado se deben generar contrapesos en su actuar. Un ejemplo es que el Congreso debe revisar, modificar o rechazar iniciativas del Ejecutivo, si se considera que van en contra de la Constitución, de la democracia o del desarrollo nacional. Asimismo, debe nombrar a integrantes del Poder Judicial en tiempo, con las mejores prácticas de designaciones públicas. Por ello, solicitamos que esta legislatura atienda con mayor contundencia su función de contrapeso.
En Coparmex, estamos convencidos de que la labor del Congreso es fundamental para garantizar la representación de la ciudadanía en la toma de decisiones y legislar para apuntalar el desarrollo económico, político y social del país.
Lamentablemente, las y los legisladores son los servidores públicos en quienes menos confía la ciudadanía, de acuerdo con encuestas como la ENCIG del INEGI.
Tras identificar diversas áreas de oportunidad de la legislatura actual del Congreso de la Unión, hacemos un llamado a las y los legisladores para que atiendan estos aspectos de mejora y busquen ser una legislatura con buenos resultados y avances hacia la recuperación de la confianza ciudadana.
Por un Congreso abierto y cercano a la ciudadanía.