El infarto agudo de miocardio (oclusión brusca de una arteria coronaria) es una patología con elevada incidencia en los países occidentales.
Un estudio liderado por el Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA, del Hospital Clínico de Valencia, y el Centro de Investigación Biomédica en Red en Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV) en colaboración con el Hospital Universitario Vall d’Hebron en Barcelona, el Hospital Clínic de Barcelona y la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) en España ha determinado que el 5% de los pacientes con infarto agudo de miocardio presentan regiones del corazón dañadas por el infarto con un pobre aporte de sangre en los meses posteriores al evento. Estos pacientes tienen más predisposición a desarrollar cambios hacia una peor estructura del corazón y, por tanto, una reducción de la función cardiaca.
Los resultados de esta investigación evidencian la necesidad de seguir buscando opciones terapéuticas que ayuden a conseguir, tras el infarto, una completa llegada de flujo sanguíneo al miocardio –el músculo cardíaco, encargado de impulsar la sangre por el cuerpo mediante su contracción.
Los investigadores principales han sido los doctores Vicente Bodí, coordinador del Grupo de Investigación Traslacional en Cardiopatía Isquémica del INCLIVA y adscrito al CIBERCV, jefe de Sección del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico de Valencia y catedrático del Departamento de Medicina de la Universidad de Valencia (UV); César Ríos, del mismo grupo de investigación del INCLIVA; y José Gavara, del Centro de Biomateriales e Ingeniería Tisular de la UPV. Además, han participado los doctores José Fernando Rodríguez Palomares, del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Vall d´Hebron e investigador principal del grupo Enfermedades Cardiovasculares del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR); José Tomás Ortiz, del Servicio de Cardiología del Hospital Clínic de Barcelona; y David Moratal, también del Centro de Biomateriales e Ingeniería Tisular de la UPV.
Los autores del estudio han comprobado que el 5% de los pacientes de infarto agudo de miocardio sufren falta de aporte de sangre en zonas infartadas que se asocia con una reducción de la función cardiaca a largo plazo. (Foto: Vicente Lara Saez, ACOM UPV)
La cardiopatía isquémica engloba un conjunto de patologías caracterizadas por un aporte insuficiente de oxígeno al corazón en relación a la demanda. En concreto, el infarto agudo de miocardio consiste en la oclusión súbita de una arteria coronaria y es una patología con elevada incidencia en los países occidentales.
A pesar de que se han hecho grandes avances en los últimos años debido al desarrollo de técnicas para abrir el vaso ocluido, alrededor de la mitad de los pacientes presentan zonas del miocardio con una disminución del flujo de sangre los días posteriores al infarto, persistiendo en un 5% de ellos con posterioridad. Por esta razón, continuar investigando en el campo del infarto agudo de miocardio y profundizar en el entendimiento a nivel clínico de este fenómeno resulta de gran interés para avanzar en el manejo de los pacientes en este escenario.
En el estudio multicéntrico participaron 471 pacientes diagnosticados con infarto agudo de miocardio pertenecientes al Hospital Clínico de Valencia, Hospital Universitario Vall d´Hebron de Barcelona y Hospital Clínic de Barcelona, resultado de un registro colaborativo entre los tres hospitales desde hace más de 5 años. A todos los participantes se les realizaron dos pruebas de resonancia magnética cardiaca para evaluar la estructura y función miocárdica durante las semanas posteriores al evento cardiovascular.
Posteriormente, en un laboratorio central de la Universidad Politécnica de Valencia se analizaron los estudios de imagen para realizar una cuantificación homogénea de los principales índices de daño cardiaco. Asimismo, se hizo una recogida sistemática de los principales índices clínicos y de imagen cardiaca de estos pacientes.
El estudio se titula “Impact of Persistent Microvascular Obstruction Late After STEMI on Adverse LV Remodeling: A CMR Study”. Y se ha publicado en la revista académica JACC Cardiovascular Imaging. (Fuente: UPV)