Después de semanas de incesantes reuniones entre los representantes del Partido Demócrata y del Partido Republicano, las negociaciones sobre la deuda de los Estados Unidos vienen a un alto. El Presidente Joe Biden y los líderes del Partido Republicano acordaron el martes por la tarde postergar la conversación hasta el próximo mes. Esto conlleva un granc éxito y una frustración para ambas partes de la nación estadounidense. ¿Qué significa esto para el Partido Demócrata y el Partido Republicano, para los Estados Unidos en su conjunto, y para el resto del mundo? Esta es una pregunta que continuaremos investigando a lo largo de este informe.
1. Joe Biden y los republicanos enfrentan la presión de la deuda de los Estados Unidos
- La presión de la deuda de los Estados Unidos ha alcanzado un punto crítico en los últimos meses, sometiendo a Joe Biden y los republicanos a una fuerte prueba para resolver los problemas financieros.
- La deuda de los Estados Unidos se ha disparado en el último año, pasando de 23 billones de dólares a un récord de 28 billones. Esto se debe principalmente al impulso de estímulo fiscal provocado por el impacto económico de la pandemia.
- La creciente presión hace que los líderes políticos busquen soluciones para aliviar el problema. Para este fin, el Presidente Biden y los principales líderes republicanos están reuniéndose varias veces esta semana con el objetivo de hallar una solución.
- Las bondades fiscales propuestas por el Presidente incluyen mejorar los impuestos para los trabajadores y aumentar los impuestos corporativos. Estas ideas, sin embargo, han encontrado resistencia enter los líderes republicanos, quienes están decididos a defender el poder de adquisición de los contribuyentes.
- Entretanto, los líderes republicanos insisten en su apuesta para reducir el tamaño del gobierno, considerando que esto permitiría disminuir el déficit presupuestario. Estas ideas han sido abiertamente repudiadas por el Presidente Biden, quien las considera inadecuadas para reducir significativamente la deuda.
- Adicionalmente, la conversación contempla los fondos necesarios para hacer frente a la pandemia. El Presidente Biden apuesta por una mayor inversión federal para incrementar el acceso a la atención médica y a servicios de bienestar social. Esta propuesta ha hecho correr ríos de tinta, ya que los líderes republicanos quieren un enfoque más moderado para más gastos.
- En este punto, la solución para la crisis de deuda no es inmediata. Los líderes políticos buscan un término medio aceptable para ambos partidos, una tarea que requiere tiempo, paciencia y una rispidez discursiva.
- Aunque el Partido Demócrata se considera a la vanguardia de las conversaciones, deberá encontrar un punto de compromiso con los republicanos si desea alcanzar un acuerdo satisfactorio.
- Queda por ver qué resultados traerá esta incierta negociación, ayudando con ello a determinar el futuro económico y financiero de los Estados Unidos.
- Mientras tanto, los estadounidenses seguirán de cerca el debate para conocer detalles sobre su futuro y el de la nación.
2. Negociar la deuda de EU se vuelve cada vez más complicado
Además de la complejidad legal y la práctica de las negociaciones, una cosa queda clara: negociar la deuda de Estados Unidos se vuelve cada vez más difícil.
1. Las agencias de calificación hacen prácticamente imposible que Estados Unidos reduzca su deuda. Si un país intenta renegociar su deuda – obteniendo una nueva y más favorables condiciones de pago – generalmente los acreedores bajan su calificación crediticia. Esta reducción disminuye el valor de los bonos de la deuda y hace que muchos acreedores se nieguen a cambiar la deuda existente.
2. Estados Unidos está limitado por la intolerancia a cualquier clase de demora en el pago de sus deudas. Estados Unidos es un país acreedor con una larga historia de pagos a tiempo. Esto es una preocupación para muchos acreedores, ya que preferirían mantener la buena reputación de Estados Unidos como una nación siempre que cumple sus obligaciones financieras.
3. Los acreedores consideran los esfuerzos de Estados Unidos para reducir la deuda como una amenaza a la estabilidad global del mercado. Los acreedores temen que una negociación para reducir la deuda crearía un efecto dominó en el mercado, haciendo que los demás países se sientan menos seguros de que Estados Unidos mantendrá el pago de su deuda.
4. La medida de la deuda de Estados Unidos, en relación con su PIB, siempre está subiendo, lo que hace cada vez más difícil el refinanciamiento. Cuanto mayor es el volumen de deuda, más difícil se vuelve obtener las mejores tasas de interés para refinanciarla.
5. Los Estados Unidos tienen una larga historia de recuperación fiscal pero, en algunas ocasiones, no ha sido posible iniciar un programa de recuperación en un corto período de tiempo. Esto significa que los acreedores no pueden estar seguros de que el país pueda volver a la estabilidad financiera dentro de un lapso corto de tiempo.
6.La desaceleración económica pone en duda la viabilidad de los planes de refinanciación. La crisis de 2008 obligó a Estados Unidos a emitir más deuda para financiar un plan de recuperación económica. Muchos de los acreedores están reticentes a aceptar un plan de refinanciamiento sin certeza de que Estados Unidos recuperará la solvencia financiera.
7. El gobierno estadounidense enfrenta una gran cantidad de otros acreedores con intereses diferentes. Algunos de estos acreedores pueden ser naciones extranjeras como China, Rusia y el Reino Unido, cuyos hipotéticos planes de recuperación pueden estar en conflicto con los intereses nacionales de Estados Unidos.
8. Es poco probable que Estados Unidos esté en condiciones de imponer un descuento sustancial a sus acreedores. Muchos acreedores – especialmente aquellos con ventajas competitivas sobre otros acreedores – estarán dispuestos a aceptar cualquier rebaja de la deuda, y cualquier intento de imponer tasas y términos de pago más bajos no será exitoso.
9. El aumento de los precios de las materias primas y la volatilidad de los mercados financieros dificultan aún más la negociación de la deuda. Esta volatilidad influye directamente en el precio de los bonos de la deuda, y en algunas ocasiones, hace que los precios sean demasiado altos para ofrecer descuentos suficientemente grandes para los acreedores.
10. El techo de deuda ilimitado aprobado por el Congreso en 2019 complica los acuerdos de refinanciamiento a largo plazo. Como existen menos incentivos para reducir la deuda, los acreedores son más reacios a discutir planes de refinanciamiento a menos que sean ofrecidos grandes incentivos.
3. ¿Qué significan los recientes retrasos para la economía de EU?
Los retrasos económicos son un problema que afecta a la economía de Estados Unidos de varias formas, pero principalmente afecta al crecimiento, al empleo y a la productividad.
- Crecimiento económico: Cuando una economía está en recesión, pueden llegar reducciones significativas del Producto Interno Bruto (PIB). Esto significa menos negocios, menos ingresos y menos creación de empleo.
- Empleo: Cuando la economía de los EE. UU. está en recesión, hay una desaceleración en la creación de empleo. Esto puede afectar a las personas que buscan empleo, pero también puede afectar de forma significativa al mercado laboral en general, reduciendo los salarios reales y relegando a algunas ramas e industrias a los salarios más bajos.
- Productividad: La productividad es el elemento clave de una economía. Cuando los retrasos afectan a la economía, la productividad comienza a descender. Esto se debe a que las empresas comienzan a realizar menos inversiones y comienza una desaceleración en la innovación. Esto a su vez impide el crecimiento económico.
Además de los daños directos, los retrasos económicos pueden tener un impacto especialmente desfavorable en los sectores de la economía que ya están afectados por la falta de inversión en el pasado. Estos sectores, que a menudo dependen de la inversión para crecer, verán menos inversión durante los momentos difíciles. Esto significa que los esfuerzos de desarrollo en estos sectores estarán limitados y la economía estará especialmente afectada por los efectos de una nueva recesión.
Por otro lado, los retrasos económicos también tienen el potencial de afectar a algunos de los sectores más grandes de la economía de los EE. UU., como la industria manufacturera. Debido a que estos sectores se basan en la producción a gran escala, cuando una economía está en recesión, estos sectores son una de las principales víctimas. Esto puede ser particularmente problemático para los trabajadores de la industria manufacturera que dependen de la producción a gran escala para mantener sus puestos de trabajo.
Otro factor a tener en cuenta es el impacto de los retrasos en el gobierno de los Estados Unidos. Los momentos difíciles tienen un impacto significativo en el presupuesto. Una vez que la economía comienza a desacelerarse, el presupuesto del gobierno también disminuye, ya que se recauda menos impuestos y los gastos se recortan. Esto a su vez limita el alcance de las políticas públicas que pueden apoyar a la economía y, en última instancia, afectará el crecimiento económico.
Por último, los retrasos económicos también tienen el potencial de afectar al sistema financiero, afectando el acceso al crédito, los tipos de interés y el apalancamiento. Esto a su vez dificulta el crecimiento de las startups y las iniciativas de innovación, ya que dificultan el acceso a la financiación. Esto a su vez puede tener un impacto negativo en el empleo y en la capacidad de la economía de invertir en nueva tecnología.
En resumen, los retrasos en la economía de los Estados Unidos tienen un gran impacto en la economía. Esto incluye la reducción del crecimiento, la disminución del empleo, la reducción de la productividad, la reducción de la inversión, la disminución de los presupuestos gubernamentales y la reducción del acceso al crédito. Esto a su vez puede tener un impacto significativo en la economía de Estados Unidos, especialmente para los sectores más vulnerables.
4. Los expertos esperan un acuerdo bianual antes del vencimiento del déficit
El mercado se prepara para la importante carrera por la solución del déficit. En menos de un año, el Congreso tendrá que encontrar una solución para el creciente déficit de Estados Unidos, un problema económico y financiero que podría afectar profundamente a nuestro país si no es abordado. Los expertos están de acuerdo en que un acuerdo bianual es la mejor idea para solucionar el asunto de forma permanente y mantener los programas financieros en marcha sin que el país sufra mayores consecuencias.
Es cierto que un acuerdo bianual sería deseable para evitar las continuas discusiones y un caprichoso enfoque en cuanto a los problemas económicos. Los senadores y congresistas que tienen a su cargo la tarea de encontrar la mejor solución para el déficit, deben recordar que todos los ciudadanos de Estados Unidos dependen de ellos. Es esencial encontrar una solución para el problema lo antes posible y lo más importante, no olvidar el papel que desempeña el capitalismo en nuestra forma de vida en el país.
Los especialistas en finanzas, la economía y el comercio han llegado a la conclusión de que un acuerdo bianual de una duración no inferior a dos años es la solución más conveniente para conservar un buen nivel económico. Tal acuerdo tendría que prever el aumento de los ingresos gubernamentales mediante el aumento y/o la eliminación temporaria de algunos impuestos, la disminución del gasto gubernamental en áreas que no sean esenciales, como también la contribución de los acreedores extranjeros, entre otros.
- Preservar el índice alcanzado por el mercado de valores
- Mejorar la confianza de la instituciones financieras y la ciudadanía
- Explorar el desarrollo de nuevos programas de ayuda, tales como subsidios para estudiantes, ayuda a los desempleados y pensionados, entre otros
- Garantizar el crecimiento con un presupuesto balanceado
Por estas razones, los expertos esperan que antes de que el déficit se venza en el próximo año, se logre un acuerdo bianual. Esta solución debería ratificar una declaración de principios económicos que permitan a ambas partes llegar a un compromiso. El acuerdo debería incluir algunos de los siguientes puntos:
- Establecer un límite de presupuesto para el gobierno
- Mantener un ingreso anual equilibrado de recursos gubernamentales
- Minimizar el impacto de los recortes de impuestos
Un acuerdo bianual es la mejor manera de abordar la crisis financiera. Los expertos esperan que el gobierno acepte un presupuesto equilibrado, y no uno que pueda conducir a recortes de impuestos no necesarios, y/o una reducción excesiva de los gastos públicos. En definitiva, el objetivo es que los dos lados lleguen a un acuerdo antes del vencimiento del déficit que sea lo suficientemente satisfactorio como para proteger la economía y garantizar un futuro financiero mejor.
- Incrementar el gasto gubernamental en áreas como salud, vivienda y educación
- Mantener una tasa de inflación baja
- Reducir el déficit a la mitad en los próximos 5 años
- Fomentar la creación de empleos a través de nuevas inversiones
Un acuerdo bianual haría que el problema sea mucho menos urgente, lo cual se vería reflejado en todos los sectores de la economía. El acuerdo podría abordar los siguientes puntos:
Es evidente que, como ambas partes están tratando de llegar a un acuerdo de deuda fuerte, la intención de ambos es alcancen un acuerdo que beneficie a todos los ciudadanos estadounidenses. El prolongado acuerdo de deuda entre Biden y los republicanos a continuación. En los próximos días, tendremos que esperar para ver qué resultará de estas discusiones.